El aceite de oliva de Umbría goza de especial reputación entre los gourmets. En 1998, la región situada entre la Toscana, el Lacio y las Marcas fue la primera de Italia en recibir de la Unión Europea la etiqueta de "denominación de origen protegida" para el aceite de oliva virgen extra. Esto garantiza el origen de las aceitunas, su variedad, la añada, la ubicación y que el aceite ha sido cosechado directamente in situ por los agricultores y prensado suavemente en frío.

En Umbría quedan todavía unas 250 explotaciones olivareras, en su mayoría pequeñas. Recolectan una media de 6,5 millones de kilos de aceitunas al año (algo menos del 1,2% de la producción italiana), de las que se obtienen 14 tipos diferentes de aceite:
En el sureste -cerca de Spoleto- se producen aceites más bien amargos y picantes, con intensas notas herbáceas. En el centro del país, los aceites son más afrutados, mientras que alrededor del lago Trasimeno, en el noreste, los frutos tienen un sabor equilibrado.

La cosecha suele comenzar a finales de octubre y dura cuatro semanas. Durante este tiempo, la gente trabaja duro, pero también celebra. Decenas de almazaras de la región le invitan a visitar sus olivares y almazaras en el marco de "Frantoi Aperti"; le dan a conocer la producción, le permiten degustar sus aceites y le explican las particularidades de las distintas variedades.

Los fines de semana también hay mucha oferta cultural: Hay una "ruta de brunch" con música en lugares especiales, ya sea en medio de árboles centenarios, en una bodega de prensa o en la plaza de una ciudad medieval. El programa incluye también excursiones guiadas por el campo y paseos en bicicleta con degustación. Al igual que las visitas guiadas a lugares de importancia histórica, de los que la región no carece.

Además del aceite, en los mercados y talleres se presentan otros productos típicos de la región: chocolate de Perugia, vinos de Asís, embutidos de Norcia... y, por supuesto, trufas, el oro negro de la tierra.