A los pies del monte Učka, en la Riviera de Opatjia, al norte de Croacia, crece el maruni: un tipo de castaña que ya en el siglo XVII era un importante producto de exportación de la región por su tamaño y delicado sabor. Esta sabrosa nuez es el centro de un acontecimiento de tres días que se celebra en otoño en Lovran: el Festival de la Marunda.

En la Plaza de la Libertad hay grandes sartenes metálicas de las que emana el tentador aroma de las castañas asadas.
Al lado, la banda de música de la localidad toca en un escenario y actúan grupos folclóricos de otras partes del país. En los puestos se venden productos derivados de la castaña, y los cafés y restaurantes que rodean la plaza sirven platos de temporada a base de castañas.

El carácter deportivo del evento lo aportan el torneo de boccia y un concurso de pesca, así como excursiones en bicicleta de montaña por las montañas y caminatas organizadas con la oportunidad de recoger castañas.
Eventos similares se celebran en las vecinas Liganj y Dobrec una semana antes o después del evento.