Durante siglos, las migas fueron la comida diaria de los jornaleros del campo de la Axarquía. Las mujeres preparaban este sencillo plato con pan duro o sémola y llamaban a sus maridos a comer soplando en una concha de caracol vacía.
El cuerno aún puede oírse hoy en Torrox, durante el Día de las Migas.

Por la mañana, los hombres y mujeres del pueblo empiezan a preparar las migas en la calle, en grandes cacerolas con troncos ardiendo debajo.
Cuando suena el cuerno del caracol, comienza la carrera hacia el punto de servicio: en esta jornada festiva se reparten unas 40.000 raciones, acompañadas de un vaso de vino local.

Tradicionalmente, los habitantes de Torrox comen con las migas una ensalada de tomate y cebolla aderezada con aceitunas y naranjas.
Durante la fiesta, los agricultores locales venden sus productos locales, como miel, vino y aceite de oliva. Se puede escuchar música -en la calle, en el escenario- hasta bien entrada la noche.