Granita, gelato o cremolata: los sicilianos son auténticos maestros en el arte de preparar helados, que aprendieron de los árabes en el siglo IX.
A finales de septiembre, la crème de la crème internacional de los heladeros se reúne en Palermo, la capital de la isla, para celebrar el Festival del Helado de Sherbeth.

Alrededor de 40 heladerías ofrecen sus creaciones en el centro histórico, entre la Piazza Verdi y la Piazza Bologni.
Un vigorizante frappé con sabores de café y vainilla, gelato con fruta confitada o un ácido zumo de lima sobre hielo picado: un sherbeth.

Cientos de visitantes pasean por la Via Maqueda y la Via Vittorio Emanuele junto a los puestos de helados, degustando aquí y allá y deteniéndose en los escenarios donde se toca rock, clásica o jazz.

El museo del helado abre sus puertas durante los cuatro días, hay conferencias internacionales sobre el tema, pero también talleres para los visitantes en los que pueden aprender el fino arte de hacer helados - también para los niños: en la Piazza Bologni en el Baby Sherbeth.

El punto culminante del acontecimiento es el concurso a la mejor creación heladera del año. Famosos heladeros de todo el mundo compiten por el favor del jurado de expertos.
El ganador en 2015 fue el héroe local Salvatore Cappello con un helado de chocolate de Madagascar.