Ver - oír - saborear: éste es el lema bajo el que los habitantes de Kerteminde, en la isla danesa de Funen, celebran desde hace unos diez años la Fiesta de la Cereza.
El tercer fin de semana de julio, el festival ofrece arte, música y sabores culinarios en torno a este dulce fruto rojo.

La fiesta tiene su origen en la larga tradición del cultivo de cerezas en el noreste de Fionia. Las muchas horas de sol y el clima relativamente suave, donde las temperaturas rara vez bajan del punto de congelación incluso en invierno, siempre han favorecido el cultivo de la fruta.

Los agricultores de la región cosechan cada año unas 15 toneladas de cerezas, incluidas variedades propias como las de Arslev y Langeskov. Durante las fiestas, numerosos artistas abren sus talleres e invitan a los visitantes a recorrerlos.

Las bandas tocan en el centro de Kerteminde, mientras los coros cantan canciones tradicionales danesas en el jardín del Museo Johannes Larsen.
Los cafés y restaurantes también están plenamente dedicados al fruto rojo y sirven gofres caseros con helado suave de cereza, Kransekage -galleta de almendra y mazapán- con cerezas o albóndigas de pescado con remoulade de cerezas. Por supuesto, también se puede beber zumo de cereza y cerveza de cereza.