El centro de la producción de sidra en la provincia de Gipuzkoa es la pequeña localidad de Astigarraga. Más de 20 de las cerca de 70 bodegas de la región están situadas en este municipio de 5.000 habitantes, a pocos kilómetros de la belleza de la playa donostiarra.
Y desde hace más de 40 años, los lugareños celebran su Sidra, siempre el día de Santa Ana.

El festival comienza por la mañana con una degustación: los sidreros escancian unas 2.000 botellas de Sidra a los visitantes, con los brazos extendidos para que la sidra llegue al vaso con la mayor cantidad de oxígeno posible.
Sólo así adquiere un sabor fresco y chispeante. Los campesinos compiten para ver qué toro tira más lejos de una roca de unos 1.700 kilos y los bertsolari -cantantes tradicionales vascos- entonan sus improvisadas canciones.

A primera hora de la tarde, se sirve el tradicional menú vasco de sidra, consistente en tortilla de bacalao, bacalao frito con pimientos verdes, chuleta de cerdo, queso con nueces y pan de membrillo. La fiesta termina con una serie de competiciones de deportes rurales, como cortar troncos de árboles, levantar piedras y, por supuesto, un partido de pelota.