Cuando la tierra de las laderas septentrionales del Etna se tiñe de rojo a principios de junio, los habitantes de Maletto se llenan de alegría: Es la temporada de la fresa. El pequeño pueblo es famoso por la excelente calidad de su fruta, que se cultiva en los campos de los alrededores.
Hay tres variedades: Las que vuelven a florecer y se cosechan hasta diciembre, las grandes y dulces para mermelada y las de frutos pequeños que se utilizan para tartas y pasteles.

Los visitantes del Festival de la Fresa de Maletto pueden degustar una tarta de fresa como ésta. El gigante horneado por los pasteleros locales pesa la friolera de 1.000 kilos, y se distribuye a los invitados durante los tres días que dura el evento.

También se puede degustar un risotto de fresas, exposiciones fotográficas, visitas guiadas por la ciudad y música en directo por la noche para ambientar el festival. La fiesta de la fresa no sólo se celebra en Maletto, en Sicilia: Cassibile, a 100 kilómetros al sur, también festeja el dulce fruto rojo en abril.