Lo que las tapas son para los españoles, los petiscos lo son para los portugueses: pequeños aperitivos que se sirven con cerveza o vino y que son tan variados como la versión mundialmente famosa de nuestro gran vecino.
Los viajeros de la Rota do Petisco pueden comprobarlo por sí mismos.

Durante un mes, en primavera o en otoño, más de 300 restaurantes y cafés - desde el Algarve oriental hasta Aljezur, en la costa occidental- ofrecen exquisitos platos recién salidos del mar y pequeños guisos con carne, así como refinados manjares para vegetarianos.

Para disfrutar de los manjares, se necesita un billete, con el que se puede adquirir un petisco y una bebida por tres euros o un postre con bebida incluida por 2 euros en los establecimientos participantes.
Por cada billete vendido -cuesta 1,50 euros- se destina un euro a proyectos sociales en las comunidades participantes.