Dieppe, en la costa de Alabastro, está considerada una de las primeras estaciones balnearias de moda en Francia: ya en 1832, se inauguró un lujoso casino en el paseo marítimo, donde los comerciantes normandos de Amiens o Rouen podían deshacerse de su dinero.  La apertura de la conexión ferroviaria con París en 1848 acabó por convertir el pueblo pesquero en un destino de fin de semana para los habitantes de la capital.

Sin embargo, la pesca siguió siendo un sector económico importante hasta los años 70, sobre todo el arenque, que se salaba y conservaba in situ y se vendía en los puestos del mercado de París o Ruán.
Hoy en día, la flota está formada por unos 80 barcos que, además de arenque, capturan principalmente vieiras, rayas y rape del mar: un total de 800 toneladas de pescado y marisco al año.

La ciudad celebra en noviembre su conexión con el mar con un festival del arenque y la vieira. El sábado por la mañana temprano, todos los restaurantes, brasseries y bares se preparan para encender el fuego de la barbacoa a la hora de comer.
Los arenques y las patatas se colocan sobre las brasas y se sirven con una rebanada de mantequilla con sal marina. Un manjar sencillo pero delicioso.

Además de arenques, también se ofrecen vieiras, acompañadas de un vaso de vino blanco. La Cofradía de Pescadores de Dieppe recorre la ciudad en un colorido desfile.
En el histórico barrio pesquero de Bout du Quai, hay un mercadillo, espectáculos y arte callejero, así como puestos de venta de productos regionales de Normandía.