En las montañas situadas entre los departamentos de Ardèche y Drome se produce el Picodon, un queso de pasta blanda con una ligera corteza enmohecida y un sutil sabor a cabra.
Los orígenes de este pequeño queso picante, como se traduce del dialecto local, se remontan al siglo XIV y goza de protección en toda la UE como producto AOP desde 2009.

En Saou, un municipio de apenas 500 habitantes, el queso es el centro de un brillante festival a mediados de julio que atrae a unos 10.000 visitantes al pequeño pueblo.
A los asistentes se les ofrece de todo: pequeños conciertos y paseos musicales, concursos de pintura y escultura.

Hay un mercado local donde se puede degustar no sólo picodon, sino también otros quesos, vino, lentejas y salchichas. Un colorido programa infantil, una carrera (con latas de leche en la mano) y una procesión de fanfarrias se encargan del entretenimiento. Y el domingo se elegirá el mejor picodon.