El mercado de Gouda, que se celebra de abril a agosto frente a la casa del comerciante Goudse Waag, construida en 1668, es especialmente popular. Junto con el mercado de Edam, es uno de los pocos mercados que no tiene fines turísticos, sino que permite a los agricultores locales llevar su queso -literalmente - al mercado.

Frente a la balanza, los agricultores negocian los precios con los comerciantes. Y como es costumbre desde hace siglos, la venta se sigue sellando con un apretón de manos.
Los quesos se transportan hacia y desde el mercado en carros queseros y se pesan después de la venta en el edificio catalogado Goudse Waag. El museo del queso que allí se alberga muestra a los visitantes cómo se elabora el famoso Gouda.