Olivos, pinos carrascos, encinas y robles pubescentes caracterizan los alrededores de Aups, un pequeño municipio a los pies de los Alpes.
Aquí se criaron durante siglos gusanos de seda y trufas negras. La Tuber melanosporum sigue siendo hoy una importante industria en el pueblo. El mercado de la trufa del Perigord es el tercero de Francia.

Además del mercado, la fiesta anual de la trufa atrae a numerosos visitantes al pueblo.
Allí, el preciado hongo no sólo se puede comprar, sino también  degustar - por ejemplo en forma de deliciosa tortilla, la Brouillade à la Truffe.

Durante el evento, también está abierta la Casa de la Trufa, en el antiguo hospital del siglo XVII, donde se puede aprender todo sobre el codiciado tubérculo.
Pero lo más destacado de la fiesta es el concurso de perros truferos, en el que los perros tienen que recoger del suelo el mayor número posible de las preciadas setas en un tiempo determinado.