Cavaillon, en el corazón de la Provenza, está considerada la capital francesa del melón. La variedad aromática cantalupo, en particular, se cultiva aquí desde finales del siglo XV.
La Cofradía del Melón de Cavaillon se encarga de comercializar la fruta y organiza una fiesta todos los años en julio.

En el festival, los visitantes pueden degustar esta dulce fruta en todas sus variantes: Recién cortada, pura o con jamón.
En sorbete o confitada. Como sopa salada o con vino o aperitivo.

Al caer la noche, las calles de Cavaillon se llenan de espectadores que acuden a ver el desfile de carrozas, grupos musicales y la Reina del Melón.
Destacan el desfile de un centenar de caballos salvajes de la Camarga por las calles del casco antiguo y las tradicionales corridas de toros incruentas.