Ya en el siglo XV se destilaba en Chipre Zivania a partir de la torta de prensado de las uvas Xynisteri y Mavro.
Tanto entonces como ahora, los maestros destiladores no utilizan azúcar, colorantes ni aditivos en el proceso de producción.
Este aguardiente de alta graduación y ligero sabor a sultana -con una graduación alcohólica mínima del 45% vol- era tan popular entre los chipriotas que ni siquiera bajo el dominio otomano se planteó prohibirlo. Y aún hoy, ninguna fiesta chipriota está completa sin Zivania.

En Alona y Pelendri - situadas en la región de Pitsilia, a unos 35 kilómetros al norte de Limassol - los lugareños celebran su Festival de la Zivania dos domingos consecutivos de noviembre.
Durante esos dos días, los visitantes son guiados por las destilerías y descubren el arte de la producción de Zivania.
El programa también incluye degustaciones de palouze, un tipo de gelatina de uva, acompañadas por grupos de música y danza folclórica. Los agricultores locales venden sus productos tradicionales en un mercado de productores y las iglesias abren sus puertas a los amantes del arte.