Lapavulin, Bowmore o Ardberg: Islay, la tercera isla más grande de las Hébridas Interiores, goza de buena reputación entre los entendidos del whisky.
En la isla hay ocho destilerías en activo, algunas de ellas con una tradición de más de 300 años.

Los visitantes pueden experimentarlo durante el Festival del Whisky de Islay, a finales de mayo, cuando las destilerías abren sus puertas e invitan a los visitantes a visitas y catas de whisky, también combinado con chocolate o queso.
Música en directo, barbacoas, bolos y bingo también forman parte del entretenido programa.

Además de las destilerías, también merece la pena visitar las iglesias y capillas de la isla, como la de Kilnave, en Loch Gruinart.
O los dos menhires de Ballinabay: con sus cinco metros de altura, se cuentan entre los monolitos más grandes de Escocia.