Desde el siglo XVI, los pescadores de Oostduinkerke, en la costa oriental belga, salen a pescar cangrejos a bordo de robustos caballos de labranza.
Desde 2013, este método tradicional es patrimonio cultural inmaterial de la Unesco y el centro de la fiesta anual del cangrejo que se celebra el último fin de semana de junio.

Tirando de una pesada red, los caballos se sumergen sin miedo hasta el pecho en el oleaje del Mar del Norte para recoger los sabrosos crustáceos.
Tres horas más tarde, regresan a la playa con sus jinetes, donde la captura se tamiza y desaparece en las cestas de la silla de montar de madera.

La temporada de pesca del cangrejo dura de mediados de abril a mediados de septiembre; en la oficina de turismo local le dirán exactamente cuándo zarpan los caballos.
El último fin de semana de junio -a mediados- se celebra la fiesta del cangrejo, con música, mercado folclórico y muchos cangrejos para saborear.