Más de 200.000 raciones de marisco se consumen durante la fiesta del marisco de O Grove: cigalas a la plancha, vieiras gratinadas o el plato nacional gallego pulpo a feira, pulpo en aceite de oliva. Pero las ostras, la langosta y los preciados percebes también se venden como rosquillas.

El festín se acompaña de un concurso para elegir el plato de marisco más sabroso, música tradicional gallega y talleres sobre pesca y acuicultura. Rematado, por supuesto, con vino blanco gallego.

Uno de los momentos culminantes de las fiestas es el simposio de esculturas al aire libre: escultores de distintos países crean obras sobre temas independientes. Sólo su material, el famoso granito gallego, es fijo. Un mes antes, a principios de septiembre, se celebra en Vigo una fiesta del marisco.