El vino se cultiva en las laderas meridionales del valle del Tarn desde hace unos 2000 años. Con más de 23 variedades de uva autorizadas, la región vinícola de Gaillac es más diversa que casi ninguna otra: el espectro abarca desde vinos espumosos a blancos secos o dulces, rosados afrutados y tintos con cuerpo.

Además de variedades internacionales como Syrah o Cabernet, son sobre todo las variedades locales Braucol, Ondenc o Mauzac las que caracterizan los vinos.
Los visitantes pueden conocer toda la variedad en la fiesta del vino de Gaillac, que se celebra cada año a principios de agosto.

En el parque del Chateau de Foucaud, los viticultores instalan pequeños puestos de degustación donde ofrecen sus tintos y blancos y explican las particularidades del terruño.
La entrada de la Hermandad de Viticultores está acompañada por una banda de música, y por la noche hay conciertos de diversos estilos musicales.

Los agricultores locales también han instalado puestos con delicias culinarias. Y la ciudad ofrece información sobre el enoturismo en la región. El festival, que termina el domingo con un gran castillo de fuegos artificiales, incluye también zonas de juegos para niños y mayores y talleres de sabores.