Desde hace generaciones, los agricultores de Cannara, en la provincia de Perugia, plantan bulbos en su fértil suelo arcilloso. Las cebollas rojas, doradas o redondas, que se cosechan unos seis meses más tarde, son conocidas más allá de la región por su sabor suave y dulce y su buena digestibilidad. Se pueden consumir crudas, en ensaladas, salsas o risotto, e incluso se sirven como una deliciosa mermelada de cebolla.

La importancia de la cebolla para la ciudad la subrayan los Cipollari, los cultivadores de cebollas, con su fiesta a principios de septiembre: durante quince días, los productores presentan cebollas en un mercado, así como otros productos agrícolas de la región, como el vino local Colli Martani Vernaccia.

En los puestos de comida se ofrecen platos de cebolla y también se celebra un espectáculo de cocina en el Auditorium San Sebastiano.
La Piazza San Matteo, con su iglesia del siglo XIII, remodelada entre 1788 y 1793, es escenario de conciertos de jazz y espectáculos de danza. En la plaza Cavour se organizan espectáculos folclóricos.