En 1872, la idea de fabricar su propia cerveza en Radeberg, al borde del brezal de Dresde, surgió en un bar de vinos.
Como el suministro local era de calidad inferior, los dignatarios de la ciudad decidieron fundar su propia fábrica de cerveza.Su punto de referencia era la calidad de la cerveza de fermentación baja fabricada a 250 kilómetros, en Pilsen.

El proyecto fue un éxito: hoy en día, alrededor de dos millones de hectolitros de cerveza salen cada año de las modernas naves de producción.
Un motivo de celebración para los habitantes de la ciudad.En el Festival de la Ciudad de la Cerveza de Radeberg, que se celebra a mediados de junio, los visitantes pueden adentrarse en el fino arte de fabricar cerveza en una visita guiada a la fábrica. Y, por supuesto, también se puede degustar el zumo de cebada en uno de los numerosos puestos de cerveza.

Artesanos - herreros, ceramistas y joyeros - de la vecina República Checa presentan su artesanía en la plaza de la iglesia, mientras que en la calle Röderstraße se instala un gran mercadillo.
Habrá diversas actividades prácticas para niños y, por la noche, música en el escenario principal de la plaza del mercado.

Lo más destacado del deporte es la carrera de barriles de cerveza, en la que los participantes tienen que completar lo más rápidamente posible un recorrido lleno de desafíos.
El domingo tiene lugar el Radeberger Funkenflug: Una competición estatal de funkengarden de toda Sajonia. Antes, los visitantes pueden reponer fuerzas en la pinta matinal: Con cerveza, salchichas de cerveza y pretzels.