Canales, ríos, pequeños arroyos: la ruta del arroz de Mantua

La región arrocera de Mantua está situada en el extremo occidental de Lombardía. Aquí se cultiva arroz desde hace más de 500 años en una superficie de unos 200 kilómetros cuadrados. Una carretera del arroz atraviesa el llano paisaje, surcado por canales y arroyos, y atraviesa en parte la reserva natural del Parque Minico.
Hay innumerables molinos arroceros históricos que ver, como el de Galeotto, cerca de Stradella, en funcionamiento desde 1765. También merecen una visita las numerosas iglesias y villas de los barones del arroz: En la Chiesa San Filippo e Giacomo, por ejemplo, se conserva la imagen de la Virgen de los Arrozales. En los jardines de la Corte Grande se honra a otra mujer: allí se encuentra el monumento al plantador de arroz.

Castillos y basílicas: la ruta del aceite de los Montes Pisanos

Monte Pisano es el nombre de una cadena de colinas de la Toscana, situada entre Pisa y Lucca. Ya en el siglo VII, los agricultores plantaron aquí terrazas de piedra para sus olivares, en las que aún hoy prosperan olivos de las variedades Frantoio, Leccino y Moraiolo.
El aceite, picante y de sabor amargo, puede comprarse directamente en las explotaciones olivareras locales de la carretera temática Olio dell Monti Pisani. La carretera atraviesa cinco municipios, todos ellos con monumentos históricos. En San Giuliano Terme, por ejemplo, se puede admirar un acueducto del siglo XVI, una basílica de 1000 años de antigüedad y un castillo medieval.  

Cerveza artesanal con tradición: en la Ruta de la Cerveza del Kurpfalz

En la Kurpfalz, en el bajo Neckar, no sólo crecen deliciosos vinos, sino que la región también alberga un gran número de cervecerías. 24 de ellas -incluida la cervecería Eichbaum, que produce cerveza en Mannheim desde 1679- se han unido para formar la Kurpfälzer Bierstraße.
A lo largo de la ruta se pueden realizar varias excursiones a pie o en bicicleta: desde Bad Rappenau hasta el castillo de Guttenberg, pasando por la región de las fuentes de las colinas de Kraichgau, desde Waibstedt hasta Spechbach. O los densos bosques de los alrededores de Beerfelden hasta la última horca totalmente conservada, que data de 1597. Todos los recorridos pasan por cervecerías o malterías. La mayoría de ellas le invitan a visitarlas y disfrutar de un vaso de cerveza.